domingo, diciembre 25, 2005


suave

palabras sordas

Palabras sordas y nulos asentimientos
entre árboles de hueso y mundos enteros
muerto de tanto vivir sin vida
hijas ellas de su nacimiento y su desidia

Yo, expreso lo mismo sin decir lo que siento
me pierdo tranquilo entre formas y ungüentos
concentrados de vacuidades heridas
no necesito vuelos para practicar caídas

Bastedad de brotes como tallos muertos
amarillean el horizonte con sus oscilamientos
sucedáneos del sol gracias a la alquimia
cobijan a los niños entre risas y las mentiras

sábado, diciembre 03, 2005


raices

madejas de hilo

Que es la sinceridad: ¿serlo o intentar serlo?
No duele tanto cuando la traición se queda velada en la ignorancia de la buena intención. Tal vez solo pretender es la diferencia, pero entonces que mezquina es esta suavidad, sobretodo por mostrarme la dictadura de mis propias palabras.

¿Cuándo brillan más las nubes?
cuando se tornan plata al ser acariciadas por la luna llena…
Grito: ¡nada más cierto!
gritar que lo que mas sentido posee es lo que no lo tiene.

Yo ya no estoy solo, me acompaña la soledad de estar conmigo.
¿Qué es lo único que nunca esta solo? Fue la soledad.
Soledad… sol-edad. Las edades del sol como metáfora de la asfixia de mi extrañeza. A él nunca le acompañaron las estrellas, solo las nubes como lo que podrían ser, sueños vaporosos de promesas de otra realidad.

No digo nada, no soy tan necio como para decir algo sensato.