viernes, septiembre 23, 2005
suelo de terciopelo
Yo no tropiezo, quiero ser húmedo suelo
y necesito no pensar que quiera hacerlo
ignorar el que pueda ser el destino feo
del final de mi solo se que me muero
En los charcos turbios de fáciles extremos
en la incertidumbre de saber y no saberlo
aprieto mi mano de alambre en un gesto
y de dar golpes siendo el puño mi encierro
Maldigo los garabatos de la falta de sueño
de querer algo y saber no quererlo
en montañas de letras que son un ruedo
que cada día más se cierra, sobre mi cerebro
Tañir laúdes que suenan a remiendo
son solapas sangrantes de terciopelo
vacíos de melodías sordas de viento
volver a sentirlo y no hay escarmiento
y necesito no pensar que quiera hacerlo
ignorar el que pueda ser el destino feo
del final de mi solo se que me muero
En los charcos turbios de fáciles extremos
en la incertidumbre de saber y no saberlo
aprieto mi mano de alambre en un gesto
y de dar golpes siendo el puño mi encierro
Maldigo los garabatos de la falta de sueño
de querer algo y saber no quererlo
en montañas de letras que son un ruedo
que cada día más se cierra, sobre mi cerebro
Tañir laúdes que suenan a remiendo
son solapas sangrantes de terciopelo
vacíos de melodías sordas de viento
volver a sentirlo y no hay escarmiento
sábado, septiembre 10, 2005
fumar
Y fumo
mi vida entera consumida en una calada
de humo
Y busco
tu presencia viva enterrada en una tumba
de musgo
Y hurgo
mi recuerdo muerto herido en un cuarto
desnudo
Y junto
tu mirada llena perdida en un barco
que hundo
Y purgo
aquel momento encontrado en un camino
que eludo
Y huyo
del instante ignorado en la belleza mas grande
que hubo
mi vida entera consumida en una calada
de humo
Y busco
tu presencia viva enterrada en una tumba
de musgo
Y hurgo
mi recuerdo muerto herido en un cuarto
desnudo
Y junto
tu mirada llena perdida en un barco
que hundo
Y purgo
aquel momento encontrado en un camino
que eludo
Y huyo
del instante ignorado en la belleza mas grande
que hubo
naturaleza
Escribo sin querer
una extraña naturaleza
decir que me niego a creer
encontrar la mentira verdadera
Consignar la derrota y perder
en una llamada de larga espera
al cabo de pensamientos comprender
en verdad no hay nada, solo la alegría es bella
Las ideas turbias se mezclan
en un tupido jardín de esquelas
no deseo nada entender
solo es el viento quien me lleva
una extraña naturaleza
decir que me niego a creer
encontrar la mentira verdadera
Consignar la derrota y perder
en una llamada de larga espera
al cabo de pensamientos comprender
en verdad no hay nada, solo la alegría es bella
Las ideas turbias se mezclan
en un tupido jardín de esquelas
no deseo nada entender
solo es el viento quien me lleva
domingo, septiembre 04, 2005
oxido
Sueñan las palabras herrumbrosas
con candados ya de dorado oxido
acostumbradas a no hablar y no hacerlo
guardianes siempre fieles de su destino
Túnel del que nada quisiseron saber
de cortezas de surcos hendidos
escozor de agrios punzones rojos
en lenguas, y sus rumores malditos
Lo que se quiera perder que se pierda
de mis entrañas saco lo que hay, grito
no seré yo quien lo diga y lo escriba
se, un lugar puede ser cualquier sitio
Y no me importa nada, no lo fabricare
mis manos no harán de un beso un hito
no volverán mis ojos a ver otros ojos
hasta que la mudez quiera ser camino
En las mariposas veré colores sin humo
y los pasos no serán jamas dubitativos
no serán tampoco definitivos, ni pasos
serán el vuelo alzado de mi espejismo
con candados ya de dorado oxido
acostumbradas a no hablar y no hacerlo
guardianes siempre fieles de su destino
Túnel del que nada quisiseron saber
de cortezas de surcos hendidos
escozor de agrios punzones rojos
en lenguas, y sus rumores malditos
Lo que se quiera perder que se pierda
de mis entrañas saco lo que hay, grito
no seré yo quien lo diga y lo escriba
se, un lugar puede ser cualquier sitio
Y no me importa nada, no lo fabricare
mis manos no harán de un beso un hito
no volverán mis ojos a ver otros ojos
hasta que la mudez quiera ser camino
En las mariposas veré colores sin humo
y los pasos no serán jamas dubitativos
no serán tampoco definitivos, ni pasos
serán el vuelo alzado de mi espejismo