domingo, septiembre 04, 2005

oxido

Sueñan las palabras herrumbrosas
con candados ya de dorado oxido
acostumbradas a no hablar y no hacerlo
guardianes siempre fieles de su destino

Túnel del que nada quisiseron saber
de cortezas de surcos hendidos
escozor de agrios punzones rojos
en lenguas, y sus rumores malditos

Lo que se quiera perder que se pierda
de mis entrañas saco lo que hay, grito
no seré yo quien lo diga y lo escriba
se, un lugar puede ser cualquier sitio

Y no me importa nada, no lo fabricare
mis manos no harán de un beso un hito
no volverán mis ojos a ver otros ojos
hasta que la mudez quiera ser camino

En las mariposas veré colores sin humo
y los pasos no serán jamas dubitativos
no serán tampoco definitivos, ni pasos
serán el vuelo alzado de mi espejismo