sábado, marzo 18, 2006


encuentro

Llámame, puñetera!



Llámame!, puñetera!

Ya veras que bien te lo haré pasar

Te prometo sacar el lado bueno de mis entrañas

Fabricado a golpe de caricia y arrumaco

Seré el yo mas sincero que conozco

Porque sabe que no hay otra cosa que hacer que lo obvio

Cogerte de la mano y empujarte hasta ese rincón donde la soledad ha preescrito


Llámame! Coño!

Si lo haces podré decirte todo alegre y contento

¿Sabes que me pasa? Que para mí ya no existen las palabras

¿Sabes que sucede? Que ya no sucede nada

He detenido el tiempo en este momento

Y te lo juro, ya no queda nada fuera, nada

¿Por que buscaría yo algo mas lejos en el horizonte

Cuando tan cerca de mi encuentro el infinito de tu mirada?


Llámame! Leñe!

Te lo suplico a los pies de tu imagen en mi recuerdo

Permíteme conocer el verdadero color del sueño

Auroleado en cualquier esquina de tu cuarto

Donde podré jugar a descubrir tu cuerpo


Llámame! Por lo que mas quieras!

Cuanto más pienso en la posibilidad tan certera

De saber que te conozco más lejos de un casual encuentro

Ya todo me respira aire de ti, las paredes abolladas y los muebles viejos

Pero si no me llamas no puedo, sufro y me pierdo entre saber

Que a mi lado te quiero pero no estas aquí en este momento


Llámame! Llámame! Llámame!

…yo ya no puedo llamarte mas


callejero

veintiún inviernos

Reproduzco la mentira latiente, al sur surcada de mares lejanos
centelleantes en la distancia del viento, susurrantes al final del cuento
persistentes y jadeantes, cansadas y anhelantes del mundo entero

Afuera, brillan tintineantes las estrellas en el lienzo negro
asemejan el velo, el telón cosido a agujeros
a propósito de un sudario para el tiempo…

Cien años atrás todavía era ayer, en sus restos
de un camino recto, siempre hacia su destino
pero no llegara nunca en su empeño, lo impide
ser la unión de una evocación y un recuerdo

No tengo sueño, todavía no tengo sueño
idiotas mellas en los rastrojos de un invierno
largo, largo, así dispuesto por mi, te juro
doy mi vida solo por un momento, nada mas
y para nada nunca jamás un instante de menos

Los sonidos distantes de la vida de otras gentes
reverberan en mis cristales flojos de la ventana
misteriosos y conocidos como el color del cielo
pero tan ajenos a la vez como mi nombre,
o como describir el azul del horizonte

Veintiún años así, buscando otro cuerpo
buscando otra voz, otro nombre para mi
todo para que todo no sea tan extraño,
o tan lejano, o tan cercano, o tan cierto

lunes, marzo 13, 2006


espejo

al paso vacilante de mi voz hueca

Al paso vacilante de mi voz hueca
susurra hoy este día olvidado:
¡que destino tan complicado!
es desgastar esta vida tan muerta

Murmuro hecho de espanto lánguido
repta por las paredes de su estela
tan tranquilo y postergado
como el sonido de rumor de una vela,
tan acabado, tan acabado,
al calor de una llama supuestamente eterna

Mas no es cosa mala, un pequeño fallo
que dentro de esta existencia nuestra
algo cante, con voz sorda y queda,
que la eternidad tan cierta este tan cerca
a un paso en falso para ella tan nefasto
(y que no sea cierto)

Por todo esto mi mano a la entrepierna
agarra mis cojones del pescuezo con descaro
y como trofeo sudado en una jugada fea
grita a todas gentes y objetos bastos:
no quiero, no quiero, no quiero
mas que mi carne sea tierra,
huesos y tendones reducidos al polvo
y quedarme a vivir en esta parcela
(la escarcha rompe los cristales, los sueños rotos)
donde mi tumba se desparrame fértil en el suelo

(en el frágil friso del destino de los hombres solos)


Sigue hasta mañana, hasta el día de mañana
si no: ha muerto la esperanza
Solo por eso, hasta el día de mañana,
ya que hoy no has muerto,
todavía te queda la calma
que detrás de hoy queda otro día
el día de mañana… (solo esto)

sábado, marzo 04, 2006


prohibido

cerca de las sábanas

Me encuentro preocupado por la cercanía del idilio
no le permitiré acercarse porque se que no creo
yo elijo no elegir, lo cumplo como un precepto
y se que es por culpa de la experiencia y el miedo

No me hallaras tras la próxima esquina
temblando, tímido y contento
yo jugare así a la distancia
jugare a pensar que te quiero

Ya ves, precavido pero resuelto
miro por mi interés y no decaigo
lo que esta en liza es mi sentimiento
ese que me tira a la belleza de lo ciego

Debe ser que ya no me arriesgo
miro por mi respiración cansada
guardo un poco de pulmón para el resuello
que me deje tras de ti un poco de esperanza

¡Cuan feliz el instante justo del momento
que recordar el sueño no soñado
de sentir tus brazos alrededor de mi cuello
y saber todas las cosas tan olvidadas!

Espectador voraz de la circunstancia
veo asomar los cañones de la batalla
los de uno y otro bando que disputan
hacia que lado iré yo el próximo alba

Cerca de las sabanas, cerca de las sabanas

Me servirán de mortaja
cuando en tu cama haya muerto
dentro de mi caparazón ahogado en mis entrañas

Saca otra vez el cuchillo brillante
y rájame en canal desde la mirada
hasta más abajo de la entrepierna
para que mi sangre brote libre y tensa
hasta rozar gotas sobre tu piel clara

Otra vez no se que decir y no hacerlo
te veo en movimiento, mas lejos de tu cara
aroma de entre el edredón de invierno
acariciada por la luz colada de la ventana

Cerca de las sabanas, cerca de las sabanas
me encuentro con mi corazón contento
tan cerca de lo común como una cama

Y ya todo es nada
me dejo llevar por un beso nunca recibido
quizás por ello más dichoso y pleno
porque no ha sido nunca necesario
llevo su sabor en los labios, el deseo

Cerca de las sabanas, cerca de las sabanas
donde busque lo eterno, y necio falle
solo me quede a vivir en el momento
cerca de la nada, cerca de la nada
mi gastado pecho henchido y lleno
no hallo respiración mas cercana,
cerca de las sabanas, que un suspiro tierno