Tantas cosas que podría contar... y aqui estoy, perdiendo el tiempo que para nada vale. Ahora el tiempo son los golpes de las teclas y los espacios en blanco de pensar. En nada van a ser caladas, después adoptaran alguna forma más, suspiros de nada. Cuento.
Este fin de semana Bérmano se ha enamorado, una muchacha, no, menos que eso, una expresión. Un garito llamado el sur, música de extremoduro y amigos de bar. Un cigarro tras otro mientras furtivamente espio esa expresión. La miro a traves de un espejo de la pared del bar, para que no se de cuenta de que la observo. A ratos baila, a momentos sonrie. Pienso en que la diferencia esta en las cosas que pienso que haria por mi si le importase. No la digo nada, nunca lo hare, lo se desde el principio. Me reprimo. ¿Como se le puede decir nada a un amanecer?. Recuerdo esas gafas estrechas con la música dando golpes en el pecho, fuera de lugar en una noche de sábado, ya domingo.
Vale, ahora vuelvo a mis historias, y veo que después de eso allí estoy yo, mini de kali en una mano y un cigarro en la boca, rodeado de gente, sin sentir nada. Agradezco ese momento y pienso que soy una mierda, habría de dormir con ella, compartir su cama, pero no se, con ella no me atrevo, hay anda, feliz. A veces se abraza con su amiga y conversa a risas y a gritos con quien la rodea, y siento que no puedo hacer nada, sino espiarla a traves del reflejo del espejo. A veces me vuelvo para ver si el cristal me esta mintiendo. Quizás por ser casi una ilusión, por habermela imaginado ya conversando, como se enfada, como acaricia, como se levanta, como sonrie entre las sábanas, que ya, yo desarmado, no puedo hacer nada.
Bueno, ya esta, termina aqui la historia, pero me pregunto cuantas veces cuando vuelva al sur me pondre a buscarla entre la gente. Aqui yo, escribiendola, ella nunca más volvera a pasar por mi vida, nunca sabra de mi, y si te digo la verdad no me importa, ella ahí esta feliz, y yo solo soy una sombra fugitiva en la esquina de un bar, entre humos de cigarrillos y vapores de alcohol.
Se termino yendo, allí el que se quedo fui yo, pero paso nada, enseguida volvi a ser yo, tire el cigarrillo al suelo y le di un sorbo largo al mini, hasta ya notar que no podia más aunque quisiera. Regrese a las charlas animadas, a una amiga que allí estaba, a pensar lo maja que era, a imaginar las cosas que ya conocia de la chica de las gafas, a salir, beber, el rollo de siempre, y llegar a mi cama y joder que putada... A cambiar de sitio, a bailar, a reir, a beber, a pasar, a olvidar algo que no existe, como siempre, querer perder lo que nunca se ha tenido, y llegar al final del camino y sentir un gran vacio, más grande que el de mi cama sola, a querer irme del sitio donde nunca ha habido lugar.
Bien, no pasa nada, nunca pasa nada, nada nunca es demasiado importante si no te preocupas de que no deje de serlo, nada de verdad importa. Que gran mentira, pero necesite gritarmela la mañana siguiente. Siempre bien, lo que ocurre es a veces mejor. Me rio, que estupidez. Voy a desterrar estas expresiones.