sábado, julio 23, 2005

salteador de caminos perdidos

De versos de palabras viejas hable un día
canciones de posos oscuros de cafetera
de atracos a la razón en sucias cunetas
todas ellas fronteras de hilandura fina

Del espacio entre la muerte y la vida
vi dencansar al bandolero en arboleda
fueron estaciones entre paz y guerra
fueron estampas de rasgadas camisas

¿Que queda de mi? preguntó a una encina
dime, sabia adivina de corteza húmeda
monumento al tiempo, hermana de la tierra
-no voy a responder, no estamos muertos todavía-

De farolas nervudas se emborracho, sombrías
haces de luces en claros entre la niebla
de cosas no ofrecidas y sueños de absenta
oyendo rumores de rostros de cuencas vacías

Vendré el día con el ladrón doblando una esquina
atracando a gris vieja de la próxima acera
él gritara "deme la comprensión que le queda"
no sabe, la vieja lleva demasiado tiempo herida

El héroe de triste estampa y roñosa carabina
montara a lomos de su corcel de blanco perla
en el morral la punta mellada de su bayoneta
y el calendario donde guardo la sonrisa perdida

Aunque disfraces tuvo para confundir a sus vvíctimas
en el fondo no pretendió ser nunca lo que no era
de todos hubo uno que nunca vistió, el de primavera
lo reserva para mecerse en las pecas de alguna chiquilla

La vista lo pierde en las cicatrices de la serrania
la soledad le acompaña, siempre fue fiel escudera
y recuerdo sus ojos embriagados tras la lacia melena
mientras el sueño del salteador de caminos termina

quede decir:

¡Gran caballero! figura de ironía
creador de la mentira filibustera
de sueños mamados de la botella
no lo sabe, ¡pero sabe lo que ansía!