viernes, julio 21, 2006

quimeras

Mi sangre desbordada
calma la sed de alguna lejana quimera
ermitaña en los resquicios y las grutas
no necesita comer ni beber ni dejar huella

Sangrando mi cuerpo unta las hojas de rocío
y ella besa las hojas venosas con todas sus cabezas
con cada una de ellas que tienen distintos rostros
para que los caminantes la huyan y la teman

No tiene ojos, ni oídos, ni lengua
solo sale para lamer la luna trasnochada
y al instante revolcarse en la mierda
que esparció en la cuneta
una procesión de cucarachas

No quiere ni desea, no emprende empresa
reptando a sus anchas por las acequias
comparte sus garras con las salamandras
¡es injusto no poder arañar la superficie del agua!

Tampoco recuerda desde cuando existe
si rompió un huevo o nació de un vientre
ni siquiera sabe si fue joven o es viejo
solo sabe que esta desde hace mucho tiempo

Sobre el torso repta para estar en contacto
con la tierra, con los gusanos y con el suelo
pues en otra vida sufrió vértigo y fue pájaro
y sin ser consciente sabe que el cielo es hueco