echarte de menos
Me prevengo de tus encantos, tiemblo en calma
cuando, temeroso, deshago el camino hacia tu lecho
donde he convertido tus sábanas en mi patria,
patria que me hace extranjero si no estas a mi lado
Recorro las calles llenas de gente vacías
y veo esculturas en el aire hechas por tus manos
manos aladas de venas latientes,
manos de cristal que lejanas tocaron mi cuerpo
El día se torna en noche lechosa y despoblada
lapso cruel del todo prescindible, mi destierro
porque, me parece, desde hace muchísimo tiempo
hicimos con tan solo un susurro todas las noches nuestras
Te echo de menos, incluso cuando estoy contigo
y te olvido cuando en ti pienso, y te odio un poco
solo un poco cuando te recuerdo si te escribo,
cuando anhelante te imagino y me dueles dentro
Mi sangre de vino te obedece, pendiente y en vilo
atiende a un solo pestañeo tuyo de mariposas nocturnas
que circundan el oscuro fondo de mis ojos velados
cuando, pequeño, pierdo la vista en lo alto de mi techo
Fabrico afanoso mi destino a la fuerza de tus deseos
por tanto que he perdido el instante que te he ganado,
por estar tu nombre grabado con la palabra melancolía
en la noche desesperada en que te pienso e imagino
Y siento, viéndote en mis ebrios pensamientos
borrachos de un aire cargado de tu olor,
que yo, piel, huesos y entrañas
no podré hacer ya otra cosa
sin descanso, que echarte de menos
cuando, temeroso, deshago el camino hacia tu lecho
donde he convertido tus sábanas en mi patria,
patria que me hace extranjero si no estas a mi lado
Recorro las calles llenas de gente vacías
y veo esculturas en el aire hechas por tus manos
manos aladas de venas latientes,
manos de cristal que lejanas tocaron mi cuerpo
El día se torna en noche lechosa y despoblada
lapso cruel del todo prescindible, mi destierro
porque, me parece, desde hace muchísimo tiempo
hicimos con tan solo un susurro todas las noches nuestras
Te echo de menos, incluso cuando estoy contigo
y te olvido cuando en ti pienso, y te odio un poco
solo un poco cuando te recuerdo si te escribo,
cuando anhelante te imagino y me dueles dentro
Mi sangre de vino te obedece, pendiente y en vilo
atiende a un solo pestañeo tuyo de mariposas nocturnas
que circundan el oscuro fondo de mis ojos velados
cuando, pequeño, pierdo la vista en lo alto de mi techo
Fabrico afanoso mi destino a la fuerza de tus deseos
por tanto que he perdido el instante que te he ganado,
por estar tu nombre grabado con la palabra melancolía
en la noche desesperada en que te pienso e imagino
Y siento, viéndote en mis ebrios pensamientos
borrachos de un aire cargado de tu olor,
que yo, piel, huesos y entrañas
no podré hacer ya otra cosa
sin descanso, que echarte de menos
3 Comments:
hola, me lei tu flog de arriba a abajo y me quede asombradisimo de como escribes!!
un saludo men!
me siento identificado no se por que.
un saludo!
"Recorro las calles llenas de gente vacías
y veo esculturas en el aire hechas por tus manos"
Escribes muy bonito, aunque triste.
Espero que en el vacío de tiempo que hay desde que dejaste de manifestarte por aquí haya cosas más alegres...
...pero bueno, donde duele inspira
Lo peor es cuando echar de menos se convierte en la rutina. Tanto que luego es difícil imaginar otra situación que no sea la de echar de menos, o la de echarme de más, o ya no sé.
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